domingo, 7 de marzo de 2010

Reseña en la escuela de arte de Huelva.



La Escuela de Arte León Ortega presenta, hoy miércoles 18 de noviembre, la obra del cineasta Samuel Alarcón (Madrid, 1980), que junto a Javier Cardenete, director de fotografía, presentarán y comentarán la película documental “La ciudad de los signos”, explicando los aspectos técnicos y artísticos de realización y montaje. La ciudad de los signos, 62’, 2009, está escrita y dirigida por Samuel Alarcón con música de Eneko Vadillo, fotografía de Javier Cardenete e interpretada por Gabriel Anaclerio, Rosa Rodríguez, Pedro Antonio de Tomás, Carlos Pina y Beatriz Torío, fue producida por Samuel Alarcón en colaboración con la Real Academia de España en Roma y la Agencia Española de Cooperación Internacional.
La ciudad de los signos supone un viaje a través de la filmografía del cineasta italiano Roberto Rosellini. Los espacios que utilizó como localizaciones de sus películas aún conservan señales del rodaje. Signos que forman parte de una inmensa ciudad construida a espaldas de vivos y muertos. Ha sido premiada en el Festival Documenta Madrid 2009 (Premio del público) y Alcances Cádiz 2009 (Mención especial).
La proyección y comentarios tendrán lugar en el aula de Historia de la Escuela de Arte. A partir del jueves 19 y hasta el miércoles 25 se podrán visionar dos piezas de videoarte del mismo autor, en la Sala de Exposiciones de la Escuela. Se trata de Paseos por la ciudad de los signos, pieza de vídeo monocanal 4 ‘, 2008, cuyo contenido anticipa a La ciudad de los signos y Pal. Altoviti 07, ( mini DV, 7’ , 2007) obra de Samuel Alarcón en colaboración con Barbara Fluxá, partiendo de los frescos renacentistas pintados por Vasari del antiguo Palacio Altoviti en Roma destruido por las obras de canalización del Tíber a finales del s. XIX para paliar las continuas inundaciones que tenían lugar en la ciudad.

domingo, 21 de febrero de 2010

Reseñas en Cahiers du cinema

...Samuel Alarcón, realiza un detectivesco homenaje a Rossellini en La ciudad de los signos, una evocadora obra de fantasmas....

Javier Garma, Cahiers du cinema junio 2009 p 52



De la película-ensayo de Samuel Alarcón, La ciudad de los signos, valiosa por su sorprendente abordaje del cine de Rossellini desde su condición paranormal, encuentra en la técnica de la sobreimpresión una hermosa forma de fantasmagoria para invocar los cuerpos y escenarios que habitaron películas vertebrales del cine moderno, como Paisà. Te querré siempre o Stromboli.

Carlos Reviriego, Cahiers de cinema octubre 2009 p 58

sábado, 28 de noviembre de 2009

Trailer

Rueda de prensa en el festival de la PNR


Samuel Alarcón, director : ‘La ciudad de los signos busca revalorizar las películas a través de los espacios donde se rodaron’


Eneko Vadillo, Samuel Alarcón, Amanda Guadamillas y Javier Cardenete, de La Ciudad de los signos. Foto: ©martaescenica.
Las habituales charlas de sobremesa del café Galdós volvieron a acoger un día más debates y diálogos sobre el séptimo arte en el quinto encuentro del Festival de Cine de Madrid PNR. Esta vez fueron los miembros del equipo de La ciudad de los signos, un falso documental que trata vida y obra del director Roberto Rossellini, los encargados de presentar su trabajo al público, antes de la proyección, en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.


La ciudad de los signos es una película que surgió de las inquietudes de Samuel Alarcón, director de la obra, que siempre estuvieron “enfocadas al cine italiano y a la ciudad de Roma. Quería saber cómo pensaban sobre todo los cineastas neorrealistas que se vieron obligados a rodar en la calle. Para mí era muy importante visitar las localizaciones en los que habían trabajado”.
La visita a estos lugares le sirvió para “poder saber cómo habían colocado la cámara, tratar de entender cómo se acercaron a la idea… para mí fue un lujo. Me di cuenta de que lo que faltaba eran los actores, las personas que aparecían en esos espacios, y me planteé que sabíamos cómo se habían movido y cómo habían respirado, y entonces surgió la fantasía visual de resucitar a los fantasmas”, comenta Samuel, que a su vez la película le sirvió para “hacer un cine ensayo tratando de entender la filmografía de Rossellini, y por otro lado hacer un falso documental que era un proyecto que me apetecía mucho. La ciudad de los signos busca revalorizar las películas a través de los espacios donde fueron rodadas”.

En el encuentro, moderado por actriz Amanda Guadamillas, el director de fotografía Javier Cardenete comentó las dificultades que le supuso rodar tomas desde el mismo ángulo que lo hizo Rossellini hace años: “la colocación de la cámara me condicionó al tratar de emular lo que fue el rodaje anterior, con medios tan distintos, y con distintos presupuestos, con sus distintas ópticas y formatos. Teníamos que realizar nuevas tomas pero a la vez tratar de hacerlas coincidir con el material ya rodado para mostrar el mensaje de la película”.


Samuel Alarcón, Javier Cardenete y Eneko Vadillo. Foto: ©martaescenica
Y es que lo que hace realmente especial a este trabajo es la superposición de imágenes reales con imágenes de películas anteriores en blanco y negro, “dos momentos históricos, dos formatos, coinciden para nosotros mediante lo que es la magia del cine, las hacemos coincidir en el tiempo. Más que un trabajo de fotografía creativa es un trabajo de encontrar lo ya hecho y unirlo a lo quieres contar con el cine”.


El director fraguó el proyecto gracias a la beca MAE-AECI, que se otorgan en distintos campos artísticos. Allí conoció a becarios de otras disciplinas, “como el compositor Eneko Vadillo, que venía de recibir un montón de premios y ya era un nombre reconocido”.

Mientras, Eneko negaba modestamente con la cabeza y tomaba el testigo: “en la academia empezamos a hablar, pero el acuerdo final fue en Torremolinos, donde veraneaba. Allí le dije a Samu que viniera. Le alquilé una habitación en un sitio infesto, The red parrot, y empezamos un poco a concretar cómo sería la música de la película”. El compositor utilizó la idea de usar imágenes de otras películas para “usar parte de mis músicas anteriores con manipulación electrónica e integrarla en el metraje con un sentido dramático”.

Sin embargo, lo más laborioso fue la post producción: “logar el efecto visual fue muy complicado, una vez rodado lo presupuesté y salía a 36.000 euros. Traté de encontrar un productor pero al final ninguno se implicaba. Al final probé a ponerme yo y tras ocho horas de trabajo sacamos tres segundos de metraje, el segundo día hicimos cuatro, el siguiente diez… hicimos un curso intensivo de post producción y en un año y medio conseguimos terminar todos los efectos” señaló su director.

“Cuando tratas la memoria de un creador como Rossellini, no valorado lo suficiente como yo creo que se debería, lo haces con mucho respeto. Me preocupé de que la familia estuviera de acuerdo, hablé mucho con su hijo, que ha trabajado con él, y me dio su apoyo en todo momento mientras yo le iba enseñando el material”, remató Samuel, que además declaró que le “encantaría estrenarla en el festival de Roma, por lo que supone esa ciudad”.

Comentario de Sergio Ríos

La ciudad de los signos, de Samuel Alarcón, conquista al público madrileño
Documenta Madrid, uno de los más importantes certámenes cinematográficos españoles dedicados al cine documental, ha cerrado ayer domingo 10 de mayo su 6ª edición, en la cual han sido proyectados 107 trabajos, con tres producciones europeas en el palmarés final de la competición internacional. Así, la española La ciudad de los signos, de Samuel Alarcón, se ha llevado el premio del público, mientras que la coproducción de Francia y China L'argent du Charbon, de Wang Bing, se ha hecho con el segundo premio del jurado y la serbia Good Bye, How Are You?, de Boris Mitic, con un premio honorífico.


El jurado, compuesto por Albert Serra (El cant dels ocells), Lourdes Portillo y Shannon Kelley, otorgó el máximo galardón a la mexicana Los que se quedan, de Carlos Hagerman y Juan Carlos Rulfo.

Samuel Alarcón ha hecho con La ciudad de los signos un viaje a través de la obra del cineasta italiano Roberto Rossellini y de las localizaciones donde rodó sus películas, una inmensa ciudad construida a espaldas de los vivos y los muertos.

Por otro lado, En enero, quizás, de Diogo Costa Amarante, se ha impuesto en la competición nacional, escoltado por Anás: An Indian Film, de Enric Miró (segundo premio del jurado), y Palacio, de Luis Alaejos y Raúl Díez Alaejos (premio del público).

Además, el realizador español Chema Rodríguez se ha hecho con dos galardones, uno por Coyote, ya presentado en el Panorama de la Berlinale, que ha ganado el segundo premio de la sección de reportajes documentales internacionales (tras el estadounidense Fixer: the Taking of Ajmal Naqshbandi, de Ian Olds), y otro por Triste borracha, primer premio en la competición de cortometrajes españoles.

Sergio Ríos Pérez


Samuel Alarcón’s Spanish film La Ciudad de los Signos (“The City of Signs”) won the Audience Award and Wang Bing’s French/Chinese co-production L'Argent du Charbon (“Coal Money”) took the Second Jury Prize. Meanwhile, Boris Mitic’s Serbian film Good Bye, How Are You? received an honourable mention.


Composed of Albert Serra (Birdsong), Lourdes Portillo and Shannon Kelley, the jury awarded the top prize to Carlos Hagerman and Juan Carlos Rulfo’s Mexican title Los Que se Quedan (“Those Who Stay Behind”).

Alarcón’s La Ciudad de los Signos is a journey through Italian director Roberto Rossellini’s films and their settings, an immense city built behind the backs of the living and the dead.

Meanwhile, Diogo Costa Amarante’s In January, Perhaps picked up the main prize in the national competition, followed by Enric Miró’s Anás: An Indian Film (Second Jury Prize), and Luis Alaejos and Raúl Díez Alaejos’ Palacio (Audience Award).

Moreover, Spanish director Chema Rodríguez won two awards: Coyote (previously presented in the Panorama section at the Berlinale) earned second prize in the International Documentary Reporting Competition (whose first prize went to Ian Olds’ US title Fixer: The Taking of Ajmal Naqshbandi); and Triste Borracha (“Sad Drunkard”) scooped first prize in the Spanish Shorts Competition.

Comentario de Daniel Galindo (RNE)

Buscando “La ciudad de los signos” en Documenta Madrid
por Daniel Galindo el 05 May 2009 | URL Permanente

Estamos metidos de lleno en una de las citas más completas con el cine de no ficción de toda España. A una están las pantallas más cinéfilas de la ciudad, desde la sede de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas, hasta la Filmoteca Española y su Cine Doré, pasando por los Cines Princesa.



Hay muchas propuestas, más de cien, en este Festival Internacional de Documentales que llega a su edición número seis, pero me vais a permitir que resalte una pieza en concreto, se llama “La ciudad de los signos” y está dirigida por nuestro compañero Samuel Alarcón. Él ha estado mucho tiempo entregado a una pasión, la de realizar este documental, un viaje onírico y real, de una hora de duración, con paradas en el cine de un creador clave: Roberto Rossellini.



El cine redescubre las calles, son espacios por los que pululan unos seres que responden al nombre de habitante-imagen. Ellos nos guían por un trabajo que recoge muchas cosas, entre ellas, la emoción que sintió un joven investigador que ya había realizado un primer largometraje documental en la ciudad de Roma y con el nombre de “3.000 años de trabajo”. Luego llegó “Cartas”, experimento realizado a medias con su amigo Javier Cardenete y ahora podemos ver su intento de captar las huellas en los caminos abiertos por el autor de títulos como “Roma città aperta”, “Stromboli, terra di Dio”, “Paisà” y “Viaggio in Italia”, que mucho antes que Almodóvar en “Los abrazos rotos”, la reflejó Samuel en su documental.



“La ciudad de los signos” se proyectará este martes, 5 de mayo, a las 20.30 horas en el Cinestudio del Círculo de Bellas Artes, junto a dos títulos más en un programa triple que, en palabras de Samuel, tiene mucha conexión ya que los dos largometrajes tratan de recuperar la figura de dos cineastas, Guy Gilles en “Los tiempos discordantes” y Roberto Rossellini en “La ciudad de los signos”. Y no nos olvidamos de “Límite 1º Persona”, un cortometraje de Elías León, alguien con el que ha trabajado Samuel Alarcón y cuyo trabajo nos recomienda.



Os dejo aquí el enlace al trailer de “La ciudad de los signos”. Ya me diréis qué os parece.

Comentario de Martin Rasskin

El futuro del cine español
“La ciudad de los signos”, de Samuel Alarcón, es un documental que gira en torno a una idea a la vez poética y turbadora, a saber, que las cosas que se han vivido con suficiente intensidad dejan una huella indeleble en los lugares que ocurrieron, modificando incluso la noción de espacio en el propio paisaje. En esta tesitura, Alarcón plantea, con una maestría y profundidad exquisitas –poco habituales incluso en cineastas que duplican generosamente su edad– la posibilidad de recuperar una suerte de “videofonías” en los lugares donde tuvieron lugar dichos acontecimientos.

Nos amamos con tanta intensidad que, pese a todo, aún te amo...

El material que utiliza el director invita a soñar: la Italia eterna, con el telón de fondo de una relación no sólo quemante, sino que pareciera haber surgido de la pluma de los mejores guionistas del siglo veinte.
Cuando Ingrid Bergman conoció la obra de Roberto Rosellini fue atravesada por un rayo. El mismo impulso suicida y homicida, la misma sed, la misma disposición a atravesar todos los desiertos.
Olvidando por completo su situación marital y el dedo acusador propio de una edad de chupacirios, la sueca no se lo pensó dos veces.

"Querido señor Rossellini: he visto sus películas Roma città aperta y Paisà y me han gustado mucho... Si necesita una actriz sueca que habla muy bien el inglés, que no ha olvidado su alemán, que chapurrea el francés y que en italiano sólo sabe decir ti amo, estoy decidida a venir a trabajar con usted".
Y, a velocidad de Gmail, Rossellini le contestó: "Su carta, que he leído con gran emoción, llegó el día de mi cumpleaños y ha sido el regalo más bello que he recibido".

Después se citaron para hablar del proyecto conjunto de Stromboli y el resto -Anna Karenina existe- es una historia que bien puede causar adicción al amour fou. Aunque ya se sabe que, si no se maneja con cuidado, no se pueden descartar los efectos secundarios. Anulación de la voluntad, suspensión de la racionalidad, visión de extraños mutantes materializados en forma de pariente y, en casos extremos, imbecilidad crónica.

De la mano de Bergman y Rossellini, Alarcón recorre los escenarios de Viaggio in Italia o Stromboli, desembocando en la Roma que aún cobija el espectro de Umberto D o la presencia inmarcesible de Mónica Vitti, diosa entre diosas.
La película se realizó con medios tecnológicos limitados pero utilizados de una forma inteligente. Puesto que se trata de superponer fragmentos del mejor cine europeo en blanco y negro dentro de los escenarios actuales, Alarcón y su equipo quemaron literalmente sus After Effects.
-Éramos varios amigos trabajando en casa y avanzábamos del orden de 4 segundos al día...- comenta Alarcón mientras le brillan los ojos.
Cuando la tecnología está en manos de quien corresponde, los límites dejan de existir.
No hay crisis del cine. Hay crisis de una materia que dicen -yo no la he visto- tiene color gris. Demasiado dinero en demasiadas pavadas.
Las reflexiones filosóficas sobre el espacio, las emociones, el tiempo, la fuerza del paisaje, el humor justo y brillante, hacen de esta realización un valor seguro en tiempos de nadametrajes.

Mención aparte para la banda sonora, obra de Eneko Vadillo, uno de los compositores jóvenes más brillantes de su generación, colaborador necesario y suficiente para llevar a buen puerto “La ciudad de los signos”.
Texturas elaboradísimas, cuartos de tono que contribuyen a realzar lo etéreo de las presencias, sonidos de flauta hábilmente deconstruidos... Todo ello con personalidad y un lenguaje propio patrimonio exclusivo de grandes maestros. Ni un solo acorde tonal. Ole. Igual que Bisbal...

Y todo a pulmón. Es sabido que los autores se acercaron a las impresionantes instalaciones tecnológicas que la Sgae tiene en CATA (calle Abdón Terradas, 3. Madrid), pensando que su idea podría ser apoyada por una institución supuestamente dedicada a fomentar la creación. Pero hete aquí que la Sgae tenía cosas mejores que hacer. Por el amor de Dios, todo el mundo sabe que cobrar los derechos de un festival benéfico a beneficio de un niño gravemente enfermo -¡y retractarse sólo cuando la prensa se hace eco de semejante burrada...!- supone un despliegue de energía enorme. Qué cosas tienes.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/SGAE/rectifica/asegura/devolvera/5629/euros/menor/enfermo/elpepucul/20090505elpepucul_5/Tes

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Con gente como Samuel Alarcón y Eneko Vadillo en activo no hay nada que temer en relación al futuro de la creación en España. El premio del público, otorgado en Documentamadrid 09, indica que, cuando puede elegir, la gente prefiere no comer alimentos en mal estado.